Más de 150 millones de toneladas de partículas de plástico se encuentran actualmente flotando en nuestros océanos o directamente sobre el suelo marino cubriendo arrecifes de coral y plantas acuáticas o hundiéndose en el propio suelo. Adicionalmente, cada año 8 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos, principalmente procedentes de los envases de un solo uso. Esto equivale a un camión lleno de residuos plásticos que llega a los océanos cada minuto. Se espera que esta tasa de crecimiento llegue a doblarse en tan solo 20 años.
El 80% de los residuos marinos viene de fuentes terrestres, principalmente como resultado de la sobreproducción de plásticos y de productos de un solo uso. Equipamientos pesqueros, vertido de residuos y gestiones inapropiadas de los residuos locales también contribuyen al problema.
Los plásticos que entran en los ecosistemas acuáticos se degradan en microplásticos debido a la descomposición o a la radiación solar. Estas finas partículas son colonizadas por microorganismos, lo cual hace que se conviertan en atractivas fuentes de alimento para peces y mamíferos marinos, entrando así en la cadena alimenticia y, en último término, siendo ingeridos por los humanos. Los microplásticos también sirven como agentes portadores de patógenos, transportando virus y organismos microscópicos alrededor del planeta.
Oportunidades para prevenir los residuos marinos
La Economía Circular y la creación de conciencia ciudadana al respecto son dos pilares en las actividades del proyecto PROMAR para prevenir los residuos marinos. Esta prevención solo puede ser sustentable si la cadena de valor se aborda de manera completa y se alcanza un cambio sustancial en el comportamiento de consumidores, productores y tomadores de decisiones políticas. Por tanto, el proyecto busca abordar la generación de residuos desde su núcleo a través de la promoción de una producción y consumo de plásticos responsable y a través de cambios en las legislaciones de los países encaminadas a la responsabilidad extendida del productor y las políticas sobre los plásticos de un solo uso. La mejora de los servicios de la gestión de los residuos es otra gran oportunidad para reducir la cantidad de residuos plásticos que llegan a los océanos.